Se desarrolla hoy el desfile de llamadas en nuestra ciudad y es bueno recordar y agradecer. El candombe es mucho más que un concurso de llamadas y una competencia de espectáculos donde se evalúan diferentes rubros. Es la posibilidad de miles de familias, niños, jóvenes, adultos de integrarse socialmente y darle motivos a su vida, en una sociedad que excluye y discrimina, posterga y frustra, a cientos de jóvenes que encuentran en una comparsa una forma de responder a la opresión estructural del sistema. La gente participa, se involucra con una historia, pertenece e integra una comunidad a través del candombe y eso tiene que ver con su historia. El candombe surge en el contexto de la esclavitud bajo el sufrimiento de millones de personas traídas a la fuerza. Esas personas fueron tratadas como mercancías al ser objeto de compra y venta en el mercado de esclavos. El comercio se sustentaba bajo la idea que los negros eran inferiores a los blancos. El candombe, en ese contexto, es una respuesta y propuesta frente a la opresión. Se popularizo rápidamente por su capacidad de albergar la diversidad y de integrar socialmente y culturalmente. Por eso esta noche debemos agradecer al candombe y aplaudir, por todo lo que el candombe nos da, que por suerte es mucho más que un premio.