Carlos Martínez trabaja como deshollinador de chimeneas hace más de 30 años, asegura que la limpieza y el mantenimiento de las estufas es fundamental para mejorar el rendimiento y prevenir incendios.
La frecuencia de la limpieza asegura Martínez, dependerá del uso que se le dé a la misma “ hay gente que la tiene prendida todo el invierno y hay otras que sola la prenden de tardecita un rato todos los días, también depende de si en ella se realizan comidas y del tipo de leña que se utilice dado que hay material que contiene mayor proporción de resina que otras.”
El trabajo implica liberar de hollín y grasa a las paredes de la chimenea, (ducto, codos y pulmón ) como así también realizar reparaciones de grietas que habiliten la fuga de humo en lugares no deseados, esta tarea aplica tanto para estufas de ladrillos como de chapas.
Consultado sobre cómo se debe proceder en caso de que se genere un incendio en la estufa indicó, “lo mejor es desarmar el fuego retirando la leña encendida al exterior y dejar quemar el resto, luego de eso hay que limpiar para que no se repita esta situación que puede desencadenar en algo mayor”
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