Se cumplió el acto de la Coalición Republicana en Fray Bentos y en sus recientes declaraciones, el candidato a la Presidencia de la República, Álvaro Delgado, insistió en que el Frente Amplio debe asumir una nueva postura política, alejada de las prácticas que mantuvo durante sus 15 años de gobierno.

Delgado exhortó a la oposición a “cambiar el chip” y a adoptar una actitud de apertura hacia el diálogo, en lugar de continuar con una política que, según él, excluye a otras voces y evita los acuerdos.

“El mensaje de la gente fue claro: júntense para ganar y júntense para gobernar”, afirmó Delgado, en referencia al respaldo que obtuvo la coalición en las últimas elecciones parlamentarias, donde alcanzaron un 48% de los votos. Para el funcionario, este respaldo refleja la voluntad ciudadana de que la coalición continúe liderando en el ámbito ejecutivo y mantenga un enfoque inclusivo para “un país para todos y entre todos”.

En contraste, Delgado criticó la postura histórica del Frente Amplio, señalando que, durante su administración, “nunca buscaban la opinión de la oposición”, ya que sus decisiones se tomaban de forma unilateral y con “mano de yeso”. Esta expresión, que utiliza para describir la rigidez del Frente Amplio, alude a una práctica de gobierno en la que, según él, se evitaban los consensos con otros partidos y se imponían resoluciones internas sin consulta.

El llamado de Delgado se centró en la necesidad de que el Frente Amplio se sume a una política de acuerdos para el beneficio del país. “Ojalá el Frente cambie el chip y vaya a un lugar de un país de encuentros, ojalá”, sostuvo el secretario, quien considera que una actitud más colaborativa por parte de la oposición permitiría avanzar en la construcción de consensos.

Además, enfatizó que el Frente Amplio enfrenta divisiones internas en torno a temas clave, como la administración de las AFAP (fondos de ahorro previsional). Algunas facciones dentro del partido han propuesto la nacionalización de estos fondos, una medida que, en opinión de Delgado, contradice la voluntad popular. “Vamos a seguir insistiendo en que la gente dijo que no, pasándole por arriba la soberanía popular”, apuntó Delgado, en alusión a propuestas que, según él, ignoran el rechazo ciudadano a este tipo de políticas.

Para Delgado, el desafío principal de la política actual es crear un “país de encuentros”, y está convencido de que para lograrlo se necesita una oposición que esté dispuesta a escuchar y a buscar puntos en común.