En las proximidades de la colonia Mayo Gutiérrez, el 3 de noviembre, una mujer falleció tras incendiarse a sí misma e intentar acabar con la vida de su hijo de 10 años, quien permanece internado en estado grave pero estable en el CTI del hospital Pereira Rosell. La víctima, identificada como María Porcal, productora rural, había presentado en septiembre una denuncia por violencia física y psicológica contra su ex pareja, con quien convivió durante 32 años.
El pasado 6 de septiembre, el juez de Young dictó medidas cautelares que prohibían el acercamiento de la ex pareja por un período de 180 días, luego de que Porcal afirmara ser víctima de violencia de género. Días después, el 9 de septiembre, el juez Dr. Jorge Ulises de Grossi ratificó las medidas cautelares y otorgó a Porcal la tenencia provisoria de su hijo menor. Además, se fijó una nueva audiencia para el 8 de enero de 2025.
Karina, hija de la fallecida, describe a su madre como una persona de paz, con un buen corazón y gran solidaridad. Relata que su madre fue víctima de situaciones de abuso durante años y que, a pesar de buscar ayuda en varios lugares como Inmujeres Young, unidad de Violencia de colonización, y asistencia psicológica particular, no pudo sobreponerse a la situación.
De acuerdo con el testimonio de su hija, que solo pretende ayudar a qué otras mujeres que atraviesan situaciones similares se animen a denunciar, las secuelas de la violencia sufrida por su madre durante tantos años, derivaron en una profunda inseguridad, baja autoestima y miedo, factores que dificultaron que denunciara esta situación con anterioridad
Karina también asegura que tras presentar la denuncia la situación se agravó porque comenzó a recibir llamados telefónicos para exigirle que retirara la denuncia, haciéndola sentir responsable de la situación
“Mi madre era una buena mujer, no merecía lo que paso, ella amaba a mi hermano”.
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