La consultora Nómade señala que cerca de ocho de cada diez uruguayos no considera importante el debate para definir su voto, mientras que el 15,4% sí lo hace. Los estudios sobre el tema dan cuenta que los cambios pueden ser pocos significativos, aunque en el contexto actual de paridad tan grande un error de uno de los candidatos puede generarle algún problema. Por lo general, quienes lo consumen al debate son los más politizados, quienes reafirman su intención de voto o validan sus preferencias. Es en las repercusiones del debate a través de las redes sociales y la opinión publica donde se juega la comunicación política para intentar ganar un relato y que el mismo se transforme en hegemónico. Los memes, audios recortados, etc; tienen mayor impacto en el publico que no ve la “contienda” que el mismo debate. La gente despolitizada e indecisa se forma y construye lo que ocurre en la realidad en base a las repercusiones que el mismo tiene en las redes sociales ya que por lo general mirar razones y argumentos durante dos horas por parte de los candidatos no le parece atractivo.

Por Lic. Matías Miñan