Balance de la Cosecha de Cebada y Trigo en Colonia Tomás Berreta: Entre Rendimientos y Obstáculos
En el marco de la reciente cosecha de cebada y trigo, Juan Carlos Hernández, productor de la Colonia Tomás Berreta, compartió un balance que combina la evaluación de los rendimientos obtenidos con preocupaciones sobre el deterioro de la caminería rural, una problemática que complica la logística agrícola en la región.
Cebada: Expectativas vs. Realidad
Aunque la cebada prometía rendimientos auspiciosos al inicio de la temporada, las condiciones climáticas adversas, especialmente la sequía invernal, terminaron por afectar considerablemente la calidad del grano. «La cosecha fue otra realidad», declaró Hernández. Según explicó, la mayoría de la producción no alcanzó los estándares para la maltería y tuvo que destinarse a la exportación a un precio más bajo.
Pese a ello, el productor encontró cierto alivio en esta alternativa: «Es una ayuda para nosotros, porque antes no sabía qué iba a pasar con la cebada». Esta situación ilustra la dualidad emocional de los agricultores, que oscilan entre la frustración por los resultados y la gratitud por contar con mercados alternativos.
Trigo: Una Calidad que Deja Dudas
En el caso del trigo, los resultados tampoco fueron ideales. Hernández explicó que el rendimiento estuvo dentro de lo esperado, pero la calidad panadera del grano dejó mucho que desear. «Estamos al borde, por lo que hemos mandado, saliendo por debajo de lo esperado», lamentó.
Factores como la falta de agua durante el llenado del grano y lluvias tardías influyeron en los resultados, llevando al productor a calificar la cosecha como «promedio», sin grandes sobresaltos ni éxitos destacados.
El Deterioro de la Caminería Rural
Más allá de los desafíos climáticos, Hernández enfatizó un problema recurrente que afecta a los productores de la zona: el mal estado de los caminos rurales. «El camino está muy feo, está complicado para movernos», expresó, señalando que la falta de mantenimiento ha dificultado el transporte de productos y el acceso a las fincas.
Las lluvias recientes solo han agravado la situación. Aunque la intendencia solicitó detener las actividades agrícolas en días de precipitaciones, las rutas no resistieron, evidenciando la necesidad de un mantenimiento más riguroso. Según Hernández, muchas reparaciones podrían realizarse con intervenciones simples. «Con poca cosa se arregla», aseguró, destacando que una atención más regular podría prevenir el deterioro actual.
Reflejo de un Contexto más Amplio
El balance presentado por Hernández pone en evidencia los retos cotidianos que enfrentan los productores rurales: la adaptación a condiciones climáticas cambiantes y la lucha constante por una infraestructura vial adecuada. Estos factores no solo impactan la rentabilidad de las cosechas, sino también la sostenibilidad de las actividades agropecuarias en la región.
Mientras tanto, la resiliencia y el esfuerzo de los agricultores siguen siendo un testimonio del compromiso con la tierra y la producción, incluso en un entorno lleno de desafíos.