La primera final del campeonato de fútbol younguense entre Ferrocarril y San Lorenzo, disputada anoche, tuvo que ser suspendida luego de que el árbitro del encuentro, Miguel Piñeiro, sufriera una agresión física por parte de un jugador del equipo ferroviario.
El partido, que se desarrollaba con normalidad, se encontraba en el minuto 71 y tenía a Ferrocarril al frente del marcador por 1 a 0. Sin embargo, una infracción sancionada cerca del área a favor de San Lorenzo cambió el rumbo del encuentro. El equipo azulgrana aprovechó el tiro libre para empatar el partido, lo que desencadenó una reacción violenta por parte del arquero de Ferrocarril, Henry Anderson, quien agredió a Piñeiro.
En la denuncia policial presentada por el árbitro, se detalla que el jugador le propinó «un golpe de puño a la altura de la nuca y un rodillazo en la espalda». Según el documento, el impacto le provocó a Piñeiro una descompensación que lo obligó a suspender el partido.
El hecho ya está bajo investigación policial y será analizado también por el tribunal de penas de la Liga Younguense, que deberá determinar las sanciones disciplinarias correspondientes. Hasta el momento, no se ha informado cuándo se reanudará el encuentro ni cómo se resolverá la situación deportiva.