En un trágico incidente ocurrido en Argentina, un policía retirado asesinó a su vecino tras una discusión por el volumen de la música durante la Navidad. Este hecho, que debería ser motivo de reflexión y condena, se viralizó en redes sociales y se convirtió en meme, generando una serie de reacciones que justifican el accionar del agresor. Los comentarios en redes sociales, en muchos casos, justifican el asesinato con argumentos como «el volumen estaba alto», «le pegaron», «por el tipo de música» o «en defensa propia» transformándose casi en un héroe. Esta tendencia a trivializar la violencia y convertirla en objeto de burla además de justificarla es preocupante, ya que deshumaniza a las víctimas y normaliza actos de extrema gravedad y refleja una alarmante falta de empatía y una peligrosa banalización de la violencia.
Las redes sociales, en su capacidad de amplificar mensajes, pueden contribuir a la difusión de estas actitudes, perpetuando una cultura de inconsciencia y menosprecio por la vida. La burla de lo trágico no solo desvirtúa la gravedad de los hechos, sino que también puede tener consecuencias reales. Promover una cultura de respeto y convivencia es esencial para evitar que la violencia se convierta en un espectáculo y que las tragedias humanas sean motivo de entretenimiento.
Lic. Matías Miñán