Fray Bentos cuenta por primera vez a un vecino de la ciudad que será ordenado diácono. Carlos Santos asumió este rol con profundo compromiso pastoral y social, y este sábado a las 18hs recibirá la ordenación con la presencia del obispo de la diócesis de Salto Mons. Arturo Fajardo.

El diaconado es un ministerio que data del primer milenio del cristianismo. “El diácono es, ante todo, un servidor”, explica Santos. Su tarea principal es colaborar con el sacerdote en las celebraciones litúrgicas, asistir en el altar, proclamar el Evangelio y distribuir la comunión. Sin embargo, a diferencia de los presbíteros, los diáconos no tienen la facultad de consagrar la hostia ni presidir la misa.

Pero su labor va mucho más allá del templo. “Tenemos una función social muy importante: estar atentos a lo que ocurre en la comunidad, ser los oídos y la lengua del obispo. Muchas veces captamos cosas que al sacerdote se le pueden pasar”, destaca Carlos, quien asegura que su rol busca acercar la Iglesia a la realidad cotidiana de los fraybentinos.

Su camino hacia el diaconado comenzó en 2017, cuando el padre Luis “Tito” Cardozo le propuso la idea. “Al principio no tenía la profundidad para entenderlo. Luego vino la pandemia y se interrumpió el proceso, pero luego lo retomamos y el año pasado nos consideraron preparados”, cuenta.

El diaconado permanente puede ser asumido por hombres casados o solteros. En el caso de los solteros, el compromiso implica que no pueden casarse como es su caso. Carlos es consciente de que ha superado la edad recomendada para acceder a este ministerio —que suele ser de hasta 55 años—, pero aún así fue aceptado. «Es una responsabilidad que asumimos con alegría».