Lo que empezó como una simple compra de un teléfono celular en Young terminó en el estrado judicial. En junio de este año, una vecina de esa ciudad denunció haber pagado $38.000, en dos transferencias, por un aparato que nunca llegó a sus manos.
La investigación policial permitió identificar a una mujer mayor de edad, de iniciales K.I.D.F., oriunda de Paysandú y sin antecedentes penales. Por orden del Juzgado Letrado de Primer Turno de Young, efectivos procedieron a su detención y posterior traslado a la sede judicial.
Tras la audiencia, la justicia dispuso la formalización y condena de la imputada como coautora responsable de dos delitos de estafa en régimen de reiteración real. La pena impuesta fue de seis meses de prisión, que cumplirá en régimen de libertad a prueba. Entre las condiciones, deberá residir en un lugar específico donde sea posible la supervisión por la DINAMA, quedar sujeta a la orientación y vigilancia de dicha oficina, presentarse periódicamente en la seccional policial de su domicilio, realizar servicios comunitarios y permanecer con cierre de fronteras mientras dure la condena.
El caso se suma a la lista de estafas concretadas a través de transferencias bancarias, un método cada vez más utilizado por quienes buscan aprovecharse de la confianza en las operaciones a distancia.