A quince meses del incendio que destruyó su vivienda en el barrio Anglo, Lila Rosales continúa sin poder culminar la reconstrucción de su casa. El siniestro ocurrió el 30 de junio de 2024 y provocó pérdidas totales, incluidos daños estructurales que obligaron a rehacer gran parte de la edificación.

“Fueron pérdidas totales, perdí todo. Compré todos los materiales y en su momento personal de la Intendencia me dio una mano, pero ahora me dijeron que no tienen personal. No quiero que esto se interprete como un reclamo político, pero la angustia me está matando”, expresó Rosales.

La vecina explicó que ha recibido numerosas donaciones y ayuda solidaria, aunque aclaró que aún no ha podido regresar a su hogar. “Hay gente que cree que ya estoy viviendo en mi casa, pero no. Tengo muchas cosas que me dieron, pero no tengo quién me haga la obra. El baño y un dormitorio están a nuevo, el techo y el piso también, pero faltan terminaciones y arreglos estructurales que no puedo afrontar sola”, señaló.

Rosales detalló que vive actualmente con su hermana y que, con su sueldo, avanza de forma muy lenta comprando materiales. “Yo no quiero pedir, pero de verdad no puedo. Si tuviera 35 años, no pediría ayuda, pero tengo edad para jubilarme y decidí seguir trabajando hasta poder terminar mi casa. Quiero volver a mi vida normal”, afirmó.

Durante los primeros meses después del incendio, recibió una importante muestra de solidaridad por parte de vecinos y de la comunidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, la ayuda se fue diluyendo. “Al principio fue impresionante, me decían que en tres meses iba a estar de nuevo en casa, pero no fue así”, lamentó.