El Instituto de Danzas de la profesora Ingrid Milessi celebró su presentación anual de fin de año con un espectáculo cargado de emoción, movimiento y un fuerte mensaje de inclusión, que conmovió al público presente. La función fue calificada como “maravillosa y muy intensa”, con una destacada puesta en escena que incluyó numerosos cuadros coreográficos, cambios de vestuario y un gran despliegue artístico.
Uno de los aspectos más significativos de la noche fue la participación de tres jóvenes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), hecho que marcó un antes y un después en la historia del instituto y que fue especialmente resaltado por la directora y docente. La inclusión de estudiantes con TEA y síndrome de Down formó parte de un trabajo sostenido durante todo el año, basado en el compromiso, la vocación y, sobre todo, el amor por la enseñanza.
Durante la entrevista posterior al espectáculo, la profesora destacó que este año fue “diferente y muy especial”, subrayando que con acompañamiento, conocimiento y afecto “sí se puede” lograr grandes resultados. En ese marco, mencionó con orgullo el caso de Pablito Sainz, un niño con autismo que tuvo un rol protagónico en la presentación, convirtiéndose en uno de los momentos más emotivos de la noche.
La filosofía del instituto se apoya en la inclusión plena, integrando a niños, jóvenes y adultos en un mismo escenario, promoviendo la convivencia, el respeto y la igualdad. “Somos todos iguales”, expresó la docente, alentando a las familias a confiar y a animarse a enviar a sus hijos a la academia.
Con una trayectoria de 35 años dedicados a la danza, Ingrid Milessi reafirmó que la base de su trabajo es transmitir desde el amor, algo que se refleja en cada presentación. Además, recordó que el instituto recibe alumnos desde los dos años en adelante y que el trabajo se realiza de forma conjunta y constante con todo el equipo de profesoras.































