En medio de la alegría y la celebración que caracterizan las fiestas, surge un llamado a la empatía hacia aquellos que encuentran en los estruendosos fuegos artificiales una fuente de incomodidad. La utilización de pirotecnia lumínica no sonora emerge como una alternativa respetuosa, especialmente dirigida a personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y a nuestros amigos animales.
El estruendo de los fuegos artificiales puede resultar perjudicial para aquellos que experimentan el mundo de manera diferente, como es el caso de quienes viven con TEA. Las explosiones repentinas pueden desencadenar respuestas de ansiedad y malestar, afectando negativamente su experiencia festiva. Es tiempo de considerar la inclusión de todos en nuestras celebraciones.
No solo las personas con TEA se ven afectadas, sino también los adultos mayores y nuestros compañeros animales, cuyos oídos sensibles sufren con cada estallido. La pirotecnia lumínica, con sus juegos de luces cautivadores pero sin estruendos, ofrece una alternativa amigable.
Una vezas invitamos a replantear la forma en que celebramos las festividades tradicionales. Optar por la pirotecnia lumínica no sonora no solo preserva la magia de las luces brillantes, sino que también crea un entorno festivo más armonioso para todos. Demostremos empatía y construyamos unas fiestas donde cada destello sea un gesto de inclusión.