Por primera vez dictan prisión preventiva para el «interrogador» de Vladimir Roslik, hecho que en primera instancia no se había dado y finalmente el Tribunal de Apelaciones corrigió decisión de la jueza Selva Siri y envió a la cárcel a Dardo Ivo Morales.

Dardo Ivo Morales, el oficial del Ejército señalado como quien “interrogaba” al médico Vladimir Roslik cuando se produjo su muerte violenta en 1984, deberá ir a la cárcel por primera vez, según una resolución del Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 3er Turno.

La sentencia se da en el marco del “caso Zanoniani”, originado en la denuncia de la maestra Susana Zanoniani, oriunda de San Javier como Roslik, quien denunció que al ser detenida en 1980 fue torturada por Morales.

Por ese caso, que se sustancia según el viejo código del proceso penal, la jueza letrada de tercer turno de Fray Bentos, Selva Siri Thove, había procesado en agosto a Morales como presunto autor responsable de cuatro delitos de abuso de autoridad y tres delitos de privación de libertad en calidad de coautor.

Pero sorpresivamente para un caso del viejo código, donde la mayoría de los procesamientos son con prisión preventiva, Siri había determinado que Morales no fuera a la cárcel.

Tras una apelación del fiscal especializado de delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, el fallo del Tribunal de Apelaciones confirmó el procesamiento de Morales, pero corrigió aquella determinación de la jueza Siri y dispuso su reclusión preventiva.

En su pedido de procesamiento, Perciballe recogió múltiples testimonios que apoyan la denuncia de Zanoniani, quien fue detenida en 1980 “sin orden judicial y sin que cometiera un delito”.

“Su detención se prolongó durante un período cercano a 15 días, donde fue objeto de plantones y golpes cuyo responsable fue el (entonces) teniente Dardo Ivo Morales Machado”.

Los testigos Miguel Schevzov, Ricardo Bozinsky y Víctor Eduardo Macarov Slajus también atestiguan en el expediente haber sido torturados por Morales.

“Schevzov dijo que a los 19 años fue detenido el 27 de abril de 1980 cuando estudiaba en la casa de un compañero. Primero fue trasladado a la Comisaría de San Javier y a los días al Batallón de Infantería Nº 9 donde fue objeto de plantones y golpes por varios días en que no pudo dormir y le fue negada la comida. Fue objeto de apremios físicos y como responsable de ellos recordó al teniente Morales”, señala el expediente.

Además, “Ricardo Bozinsy tenía 19 años al final de abril de 1980, fue citado a la Comisaría de San Javier, no tenía militancia alguna, fue detenido y a los días trasladado al mismo Batallón donde supo que se encontraba Zanoniani. También fue objeto de apremios físicos. Fue puesto de plantón y encapuchado durante largos períodos, le aplicaron choques eléctricos mediante picana y golpes. Lo privaron de agua y del sueño, alucinó. Como responsable de los apremios indicó al teniente Morales que era quien dirigía los interrogatorios”.

Caso Roslik.

Vladimir Roslik, médico de la localidad de San Javier, fue detenido y muerto en abril de 1984 por efectivos del Batallón de Infantería 9 de Fray Bentos. Los análisis forenses concluyeron que le habían partido el hígado y tenía fluidos en los pulmones.

La Justicia Militar procesó entonces al jefe y al subjefe de la unidad -Mario Alfredo Olivera (hoy fallecido) y Sergio Caubarrere- como responsables de la muerte de Roslik, en un caso único en la dictadura.

La sentencia del juez militar Oscar Vilche, publicada por La Diaria en 2021, estableció que Roslik murió mientras era “interrogado” por Dardo Ivo Morales. Sin embargo, el juez militar entendió que Morales no debía ser penado porque cumplía órdenes.

Además de la causa Zanoniani, Morales está siendo acusado por Perciballe en un caso que busca castigar los tormentos recibidos por otros habitantes de San Javier detenidos en 1984 junto a Roslik, y una detención sufrida por el médico en 1980.

En esos casos, hasta ahora, Morales ha eludido la prisión.

En cuanto al homicidio de Roslik, Morales no puede ser castigado porque la Suprema Corte de Justicia entendió que ya fue juzgado por la Justicia Militar.

Artículo de Leonardo Haberkorn publicado en El Observador.