Línea de prevención del suicidio 0800 0767 o *0767
En esta jornada se registró un nuevo suicidio y es el tercer hecho que se da en apenas 9 días en la ciudad de Fray Bentos.
La cifra es alarmante y sacude a la comunidad y deja al descubierto una dura realidad: una pandemia silenciosa que arrasa con la vida de quienes no encuentran otra salida para dejar de sufrir.
Este drama humano nos cachetea como sociedad, exponiendo nuestra incapacidad para responder a un problema que va más allá de lo individual. Tres vidas perdidas, tres familias destrozadas, y un vecindario que, entre el asombro y la impotencia, observa casi inmóvil cómo el flagelo del suicidio avanza. Las cifras, aunque estremecedoras, son solo la punta del iceberg de una crisis de salud mental que las autoridades sanitarias no logran contener y que, como comunidad, no hemos sabido abordar de manera efectiva.
Los expertos alertan sobre la necesidad de poner en marcha programas de prevención, mejorar el acceso a la atención psicológica y, sobre todo, fomentar un cambio cultural donde el sufrimiento emocional no se vea como una carga individual, sino como una responsabilidad colectiva. Escuchar activamente, estar atentos a las señales de quienes atraviesan momentos difíciles y ofrecer apoyo real son acciones cruciales que todos podemos y debemos llevar a cabo.
La falta de recursos y respuestas adecuadas desde los sistemas de salud mental nos expone como sociedad, pero también como vecinos. No podemos seguir ignorando este problema. Es imperativo que todos, desde las autoridades hasta el ciudadano común, asumamos un rol activo en la prevención, el acompañamiento y el cuidado de quienes están sufriendo en silencio.
No podemos seguir por este rumbo. La indiferencia, la estigmatización y el aislamiento deben dejar paso a la empatía, el apoyo y la acción conjunta. Si no lo hacemos, seguiremos lamentando la pérdida de más vidas. Este es un llamado urgente a la conciencia social, una oportunidad para cambiar el curso de esta dolorosa realidad antes de que más personas sientan que no hay otra salida.