En una reciente entrevista, Natalia Santellan, representante de la asociación Cea Azul, expresó su desilusión por el aumento en el uso de fuegos artificiales sonoros durante la noche de Navidad. Según Santellan, este año se observó un incremento significativo en comparación con años anteriores, lo que ha generado preocupación y frustración entre quienes trabajan por la concientización sobre el impacto negativo de la pirotecnia sonora.
La representante de Cea Azul destacó que, a pesar de los esfuerzos realizados para crear conciencia sobre el tema, la normativa vigente que prohíbe la venta y uso de pirotecnia sonora en espacios públicos parece no estar siendo respetada.
«Nos indignó un poco por todo el trabajo que se viene haciendo a nivel social de concientización. Hay un trabajo detrás que implica pensar y razonar sobre cómo festejar de otra manera», agregó. Santellan enfatizó la importancia de ponerse en el lugar de quienes sufren las consecuencias de estos ruidos, como los niños y los animales, y cuestionó cómo se puede llegar a concientizar a la población sobre este tema.
La normativa actual prohíbe la venta y el uso de pirotecnia sonora en espacios públicos, pero Santellan señaló que la responsabilidad también recae en los individuos que deciden utilizarla en sus hogares. «Estamos en una era en donde se trabaja mucho esto de la sensibilidad, y hacer esto creo que es terrible», concluyó.