Romina Celeste generadora de las denuncias que terminaron con el ex Senador Penadés preso por delitos de explotación sexual, difundió una denuncia en la que el candidato del Frente Amplio Yamandú Orsi habría agredido a una trabajadora sexual en el año 2014. La acusación se realizó por redes sociales y luego la trabajadora se presenta en una seccional. Orsi y su equipo de campaña, respondió que es parte de una “campaña sucia”, orquestada en su contra. Mas allá de la veracidad del hecho, que lo determinará la justicia, las “campañas negativas” buscan difundir falsedades o medias verdades contra una persona o grupo para dañar la reputación y credibilidad del oponente. Lo que hacen muchas veces es polarizar el electorado.
La política enfrenta una “espectacularización” de la misma, donde las redes sociales, ocupan un lugar central. El electorado decide su voto en base a los candidatos y sus personalidades y cada vez importan menos programas, ideas, ideologías y partidos. Para el Frente Amplio (sobre todo Yamandu Orsi), termina siendo negativo, según los especialistas en campañas políticas, en la medida que afecta la agenda que su comando de campaña quiere establecer en la opinión pública.
Hay una realidad paralela que es la virtualidad, donde las cuentas anónimas, face book truchos, etc; atacan a otras personas de forma articulada y conectada para desgastar, son una forma de hacer campaña. Esto ocurre aquí y allá. Muchos hablan de la llegada a Uruguay con la campaña de Sartori en 2019 de expertos en rumorología y campañas sucias. En el reino del “dicen tal cosa” o “viste que tal otra”, el rumor organizado señala el sociólogo Bayce: “constituye un insumo poderoso como conformador de opinión, creencia, reacción emocional y actitudinal”. El rumor sirve como elemento para que sectores políticos tengan un haz en la manga. Se lo lanzan a los oponentes cuando lo consideran oportuno, permite hablar de la vida de los otros o llamar la atención sobre la persona que nos molesta o afecta nuestros intereses. Los rumores no tienen fundamento, evidencia y no tienden a la verdad, pero son las cosas más comunes en nuestra vida diaria.
Lic. Matías Miñan.