Con una inversión que supera los 150 millones de dólares, la empresa Woil S.A. proyecta instalar una terminal portuaria multipropósito en la costa del río Uruguay, próxima al paraje Playa de la Agraciada. El emprendimiento, que recibió autorización presidencial en 2024, apunta a convertirse en un nodo logístico estratégico para la exportación de celulosa y biocombustibles provenientes de la región.
La iniciativa se presentó formalmente en audiencia pública realizada en el balneario La Concordia, departamento de Soriano, con presencia de autoridades nacionales y departamentales, así como técnicos de la firma y de CSI Ingenieros, responsable del diseño del proyecto.
La terminal ocupará una superficie de más de 32 hectáreas, conectada a tierra firme mediante una pasarela para vehículos pesados, y operará ininterrumpidamente, las 24 horas del día. La actividad estará organizada en tres turnos diarios que implicarán la contratación de 180 trabajadores directos, además de empleo indirecto vinculado al transporte y servicios auxiliares.
Desde el punto de vista operativo, se prevén dos sectores bien diferenciados: un muelle exterior para buques oceánicos de más de 200 metros de eslora y una dársena interior para barcazas fluviales, con capacidad para operar simultáneamente hasta tres embarcaciones. Se espera movilizar hasta 2 millones de toneladas anuales de celulosa y 900.000 m³ de biocombustibles de segunda generación, derivados de residuos orgánicos y agrícolas.
Los productos provendrán mayoritariamente de la planta de celulosa de Paracel, actualmente en construcción en Concepción (Paraguay), y serán trasladados por la hidrovía Paraguay-Paraná. La celulosa llegará en convoyes semanales de 12 barcazas, mientras que los biocombustibles lo harán en formaciones quincenales de nueve unidades. La descarga se realizará directamente a buques oceánicos o desde barcaza a barcaza, sin necesidad de utilizar depósitos terrestres, lo que reduce los tiempos de operación.
La infraestructura terrestre se instalará frente al muelle, en la Microrregión de Dolores, a 10 kilómetros de Nueva Palmira y a 32 de Dolores, aprovechando la conectividad vial de la zona mediante la ruta 21. Además, se proyecta un sistema de control y monitoreo informatizado que centralizará la vigilancia, la seguridad y el proceso logístico mediante tecnología PLC y Scada.
El proyecto apunta a consolidar a Uruguay como plataforma regional de salida al océano para los países sin litoral marítimo, en particular Paraguay y Bolivia, integrándose al polo logístico del suroeste del país y complementando al puerto de Nueva Palmira.
Basado en datos publicados por El Telegrafo.