Se recordó en nuestro país la semana de la Fertilidad, bajo la premisa de masificar la información de las opciones disponibles y hacer especial énfasis en la importancia del concepto de que la infertilidad afecta a personas de todas las edades, orientación sexual o nivel socio económico y que los pacientes no deberían preocuparse por su dinero antes de preocuparse por su salud.
En nuestro país existen especialmente en zona metropolitana un amplio espectro de posibilidades plasmadas en la ley de Reproducción Asistida N° 19167 (que ya cumplió 10 años), muchas de las cuales son gratuitas o tienen bajo costo para las usuarias de Asse.
Se convierte en una gran complejidad para muchas mujeres o parejas no tener hijos, por lo que con financiación del Fondo Nacional de Recursos se pueden acceder a diferentes tratamientos para sortear la esterilidad o infertilidad.
Nuestro país cuenta con un banco de semen, sistema de Ovodonación, y tratamientos tales como :
a. Tratamiento de reproducción asistida de baja complejidad:
I. Inseminación artificial del cónyuge: se realiza una inseminación del semen del esposo. Los espermatozoides se transfieren a la cavidad uterina de la mujer mediante un catéter que se introduce a través del cuello. La inseminación se realiza en el momento de la ovulación, en el consultorio ginecológico y es una maniobra en general indolora.
II. Inseminación Artificial de Donante: se utiliza el semen de un donante voluntario, por lo que se recurre a un banco de semen.
b. Tratamiento de reproducción asistida de alta complejidad: son los tratamientos que realizan la unión entre óvulo y espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer. Se realizan en centros especializados, y tienen un alto costo.
En las policlínicas de cada ciudad se estudia a la mujer o las parejas para luego derivarlas a la policlínica especializada que funciona en el hospital Pereira Rosell informó la ginecóloga Dra. Mónica Frascheri, abarcando las técnicas de reproducción asistida a mujeres sanas de hasta 55 años de edad.
La ley establece que “Dichas técnicas o procedimientos serán parcial o totalmente subsidiados hasta un máximo de tres intentos, a través del Fondo Nacional de Recursos
